CRITICA DE TEATRO

Voy ha tener que hacer una excepción. Creo que publico mi primer post sin una foto mía o de algún colega. En un Blog presumiblemente de fotografía, parece extraño, pero permitirme la licencia de hacer una crítica de teatro. Ayer fui ha ver una obra y pensé que merecía la pena una mención en mi blog porque lo que tiene a mí entender, relación con el maravilloso arte de la fotografía.
David Fernández y Rossy de Palma interpretan 30 variaciones sobre la relación entre el arte y el poder. Sobre dos mil kilos de sal y con la música de fondo de Johann Sebastian Bach. Explican la historia de un Conde y su clavecinista.
Hasta aquí todo de lo más formal. Con este breve resumen de la Sinopsis de la obra cualquiera se atrevería a comprar unas entradas e ir. Pero no es una obra convencional, un vodevil o un monólogo, que recomendarías a mucha gente. Es a mi entender una explosión visual donde cada variación, llamada así por su autor, las escenas propiamente dichas, tiene su propia historia su propia foto. Las fotografías no tienen palabras, deben explicar con imágenes. Para mí cada variación de esta obra de teatro es una imagen explicada sin palabras. Poemas visuales acompañados de movimiento o de baile.
Me dieron ganas de tener una cámara en mis manos y retratar alguna de aquellas variaciones. Muchas veces los que nos dedicamos ha esto de la fotografía, sea en el género que sea, hemos sido criticados por hacer una imagen algo abstracta o fuera de contexto, que sale de los cánones establecidos por no se quién pero que a uno le gusta y punto. Por que así es como entiende autor el arte de la fotografía. David Fernández creo que con esta obra de teatro hace algo así, explica a su manera una historia y utiliza conceptos visuales innovadores. A mí me parece muy acertado y artístico y me gusta. Eso sí no recomendaré esta obra a mis padres.

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