Hace años que Leo Messi nos maravilla con su juego. Con sus regates, sus pases y sus goles. Cada partido todo el mundo esta pendiente de lo que hará el argentino. Que maravilla deparará, un gol de falta nuevo o una carrera sorteando contrarios hasta llegar al portero y destrozarlo con una baselina.
Para los fotógrafos es un regalo. Seguirlo a través del visor esperando inmortalizarlo entre cuatro o cinco contrarios es un placer y al mismo tiempo una alegría que te permite conseguir una foto más del partido.
He tenido la oportunidad de cubrir muchisimos partidos de Messi y me ha permitido conseguir grandes fotos de jugadas, de goles, de alegrias, de goles e incluso decepciones. Me costaría escoger una de ellas para ilustrar estas lineas pero el motivo no es otro que hacer notar que últimamente Leo se recrea con el público, quizás con las cámaras. Sabedor o no de que nos da una foto de portada.
Para los fotógrafos es un regalo. Seguirlo a través del visor esperando inmortalizarlo entre cuatro o cinco contrarios es un placer y al mismo tiempo una alegría que te permite conseguir una foto más del partido.
He tenido la oportunidad de cubrir muchisimos partidos de Messi y me ha permitido conseguir grandes fotos de jugadas, de goles, de alegrias, de goles e incluso decepciones. Me costaría escoger una de ellas para ilustrar estas lineas pero el motivo no es otro que hacer notar que últimamente Leo se recrea con el público, quizás con las cámaras. Sabedor o no de que nos da una foto de portada.
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