De vacaciones no acostumbro a llevarme mi equipo habitual de trabajo, no es por que no quiera pero por peso, comodidad y seguridad es lo mejor. En muchas ocasiones lo añoro y reconozco que con la G10 de Canon estoy algo limitado pero hay que adaptarse a la máquina que uno lleva.
Hoy he tenido la oportunidad de asistir a el descenso internacional del Sella en Ribadesella (Asturias). Una competición que se disputa desde hace 74 años entre Arriondas y Ribadesella. Más de 900 piragüistas salen de Arriondas y recorren 20 kilometros hasta llegar a Ribadesella. Quizás hubiera sido más impactante una imagen de la salida de los palistas en Arriondas donde se amontonan cientos de piraguas pero escogí ir a la llegada y me coloqué justo en el puente de la meta entre la multitud y aquí esta el resultado.
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Una abraçada