Desde finales de Abril empecé a preparar las fotos del extra olímpico para Mundo Deportivo. Intenté hacerme un planing con la ayuda del jefe de sección de polideportivo del diario, para concretar los días que podía quedar con los atletas pero no era fácil concretar, saber los días exactos, ni siquiera la selección de los atletas porque algunos de ellos no estaban clasificados para Londres y había que esperar su clasificación para incluirlos en el suplemento o no. La prioridad era conseguir hacer las fotos la más cerca posible de Barcelona aprovechando un entreno o una competición.
Una tarde volviendo de un reportaje me llamaron por teléfono que Javier Gómez Noya, triatleta español, estaba entrenado en las piscinas del CN Sant Andreu en Barcelona eran las seis de la tarde y el empezaba a entrenar a las siete. Me dijeron que me esperaba para hacerle la foto del suplemento. Era uno de los retratos que tenia en mente para preparar pero no tenia ni idea como hacerla. Cuando recibí la llamada, de camino a la piscina del Club iba pensando que podía hacer con Javier. Al llegar a la piscina me estaba esperando al borde de la piscina preparado para empezar a entrenar vestido con su bañador, el gorro y las gafas. Me dijo: "¿cómo quieres hacer la foto?" y yo le contesté " No se, ahora te digo" Mientras preparaba los flashes y la cámara hable con el socorrista de la piscina y le pregunte si había algún lugar donde pudiera estar tranquilo con Javier. Me contestó que había un despacho de monitores junto a la piscina. Entre allí y vi una pared azul despejada, solo debía mover una mesa para tener suficiente espacio. Tenía en mi bolsa unos lápices de maquillaje que había comprado para otro retrato olímpico y pensé que podía pintárselos en el brazo. Se lo pregunté y accedió fácilmente, le pinté los aros y le sugerí mojarse el cuerpo para darle espectacularidad a la imagen. Solo faltaba decirle como ponerse y pensé que levantar su brazo con un gesto de fuerza quedaría bien. Hice varias tomas vertical y horizontal cortando a la altura del bañador para resaltar la musculación del atleta y así quedo. Tuve que improvisar pero tuve suerte A mi me gusta
Una tarde volviendo de un reportaje me llamaron por teléfono que Javier Gómez Noya, triatleta español, estaba entrenado en las piscinas del CN Sant Andreu en Barcelona eran las seis de la tarde y el empezaba a entrenar a las siete. Me dijeron que me esperaba para hacerle la foto del suplemento. Era uno de los retratos que tenia en mente para preparar pero no tenia ni idea como hacerla. Cuando recibí la llamada, de camino a la piscina del Club iba pensando que podía hacer con Javier. Al llegar a la piscina me estaba esperando al borde de la piscina preparado para empezar a entrenar vestido con su bañador, el gorro y las gafas. Me dijo: "¿cómo quieres hacer la foto?" y yo le contesté " No se, ahora te digo" Mientras preparaba los flashes y la cámara hable con el socorrista de la piscina y le pregunte si había algún lugar donde pudiera estar tranquilo con Javier. Me contestó que había un despacho de monitores junto a la piscina. Entre allí y vi una pared azul despejada, solo debía mover una mesa para tener suficiente espacio. Tenía en mi bolsa unos lápices de maquillaje que había comprado para otro retrato olímpico y pensé que podía pintárselos en el brazo. Se lo pregunté y accedió fácilmente, le pinté los aros y le sugerí mojarse el cuerpo para darle espectacularidad a la imagen. Solo faltaba decirle como ponerse y pensé que levantar su brazo con un gesto de fuerza quedaría bien. Hice varias tomas vertical y horizontal cortando a la altura del bañador para resaltar la musculación del atleta y así quedo. Tuve que improvisar pero tuve suerte A mi me gusta
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