Acostumbrado a fotografías deslumbrantes,
dignas de cubrir las portadas de los periódicos de todo el mundo, al final del
partido de ayer, el comentario más escuchado en los corrillos de fotógrafos que
acudimos al Camp Nou fue: “No tengo grandes fotos”.
Quizás porque el Barça no ganó o porque
no hubo ninguna bronca entre los jugadores o bien porque el juego no fue fantástico,
el clásico no dejó buen sabor de boca al gremio.
Es difícil escoger la foto que ilustre
una derrota sin caer en la típica foto de un jugador con las manos en la cabeza
o saliendo cabizbajo del campo. Lógicamente
los medios deportivos locales no son demasiado partidarios
de poner fotos que reflejen abatimiento o tristeza y prefieren fotos de jugada.
No siempre coinciden los intereses fotográficos con los intereses periodísticos o editoriales pero no pasa nada, la fotografía esta al servicio de los medios y seguro que en otra ocasión lucirán portadas con grandes fotos de grandes alegrías.
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