CUANDO EL MÉRITO NO ESTÁ EN LA FOTO



Muchas veces hay imágenes que destacan por su estética, su buena composición, la iluminación o por ser una foto de acción espectacular... pero la foto que os muestro hoy carece de todo eso. Es simplemente una foto, que cualquiera puede hacer, igual que si uno junta a cinco personas para hacer una foto de recuerdo. Pero a mí me costó más de cinco horas. Todo empezó por la mañana en el Hotel de concentración de la Selección española en Suiza, donde el equipo esperaba para ir al entrenamiento previo al partido amistoso contra Chile. Me acerque a uno de los jugadores para explicarle mi intención de hacer la foto y me comento que seria muy difícil. Luego, ya en el campo, volví a comentárselo a otro de los integrantes de la foto y me espeto al final del entreno y que lo hablaría con sus compañeros. Al acabar el entreno fueron saliendo por separado y de lejos levantaban su hombros como diciendo... "ahora no puede ser, no estamos todos.
El intento de nuevo había fracasado. Una vez todos dentro del vestuario la única opción era salir al encuentro del autocar que les iba a devolver al Hotel, pero me tope con la seguridad del estadio que no me dejaba acceder al parking. La jefa de prensa estaba informada de mis intenciones y el redactor que me acompaño salió al encuentro de ella para explicarle que queríamos acercarnos al autocar a reunirlos para la foto. Así fue nos dio permiso para estar junto al autocar. Nuevamente fueron llegando por separado y subían al autocar diciéndome: "luego, luego cuando estén todos bajo..." pensé que más tarde llegaría el último y allí no bajaría nadie. Llegó el último, Cesc, y fue avisando a todos, bajaron, posaron e hice dos disparos, exactamente dos diferentes, una cogiéndose los cinco las manos y la otra no. Diez segundos bastaron para una foto que empezó hacía más de 5 horas. En resumen la imagen lo que si que tiene es un enorme valor periodístico y un gran trabajo de producción. Ahí está el mérito.





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