Integrados totalmente en un mundo digital hoy podemos, casí al instante, compartir con todo el mundo aquello que estamos haciendo, ‘twitear’, ‘facebookear’… pero no sólo me refiero a un breve ‘post’ o a una frase en cualquier red social sino que lo podemos acompañar de una foto. Gracias a las pequeñas cámaras digitales ya no hace falta un fotógrafo en una boda. “…con las fotos de los invitados ya haremos el álbum…” . En un periódico: “…No hay ningún fotógrafo disponible. –Pues dile al redactor que se lleve la cámara, total para una foto..”
Si… una foto, abreviación de fotografía, según se define en el diccionario procede del griego phos “luz” y grafis “escribir”, algo así como escribir con la luz. Todo un arte de más de un siglo que no ha parado de evolucionar desde que Louis Daguerre inventó el daguerrotipo, una técnica de impresión química de imágenes, hasta nuestros días con la aparición de las cámaras digitales.
Quizás la fotografía, como tal, nunca se ha considerado un arte comparándolo con la pintura o la escultura, en pocas ocasiones alguien ha comprado una foto para decorar su casa o su oficina pero para muchos fotógrafos, no todos, disparar el gatillo de su cámara es un arte.
Alguien me dijo una vez: “ Cualquiera que tenga una cámara en sus manos es un fotógrafo”. Uffff… me asusto nada más que recordarlo, ¿quién no tiene una cámara en sus manos hoy?, con tener móvil es suficiente, la mayoría llevan integrada una cámara. Pues según la afirmación del osado todos somos fotógrafos.
Y ahora que hacen los fotógrafos llamados ‘profesionales’, por que se ganan la vida con las fotos no? ¿Se ha perdido quizás el monopolio de la imagen?
Muchas preguntas sin respuesta y es difícil saber cual es el papel actual del fotógrafo pero yo me resisto a pensar que ya no formamos parte de un colectivo dispuesto a ganarse la vida haciendo fotos y que todavía tenemos la exclusividad de ser fotógrafos. Ofrecer calidad. Me refiero a publicar fotos que el lector de un diario se detenga al verla en una página, que un anuncio destaque por la imagen, que la foto de portada de una revista o de un libro llame la atención para destacar entre cientos de publicaciones en un mostrador.
Eso queda para profesionales. Captar ese momento, esa mirada, el gesto. Construir una imagen después de cinco o seis disparos casi iguales pero diferentes, mirar a través del visor de la cámara, leer la luz, saber colocarse para disparar y saber colocar al personaje, esperar, componer, desenfocar, reencuadrar, editar… Gracias a Dios no conozco aún ningún móvil que permita hacer todas esas cosas, para ello necesitas ser un fotógrafo.
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